
Cuando la noche se torna en día,
cuando el día se torna en noche,
te encuentras sola en tu habitación
bañada por la luz de tu portátil.
Volviendo el pensamiento a tu juventud,
recordando todo lo que has visto,
lo mejor de tu vida lo gastaste
mirando fijamente a la pantalla de tu ordenador.
Y así se va pasando la vida,
ya que la empleas en clickear y teclear.
Debe de estar bien por ahora,
puesto que éste no es mas que otro día desperdiciado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario